Equipos de proteccion individual para soldadores. La soldadura es una actividad industrial que conlleva múltiples riesgos para la salud y la seguridad del trabajador, incluyendo quemaduras, radiaciones ultravioletas e infrarrojas, proyecciones de metal fundido, inhalación de humos y gases tóxicos, y ruido. Por ello, el uso de Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados y específicos es fundamental e indispensable para garantizar la seguridad del soldador. Los EPI para soldadores deben cumplir con normativas europeas específicas (como las series EN ISO 11611, EN 166, EN 169, EN 175, EN 379, EN 407, EN 12477, entre otras) que certifican su nivel de protección y rendimiento.
Tipos de EPI esenciales para soldadores:
Protección Ocular y Facial:
Pantallas de Soldadura (Careta de Soldar): Son el elemento más crítico. Protegen los ojos y la cara de la intensa luz del arco eléctrico (radiación UV e IR), chispas, salpicaduras y partículas calientes. Existen:
Pantallas Pasivas: Con un filtro de tono fijo (ej. DIN 10, 11 o 12).
Pantallas Auto-oscurecibles (Automáticas): Ajustan automáticamente el tono de la lente al detectar el arco, permitiendo una visión clara antes y después de soldar.
Gafas de Seguridad: Se utilizan debajo de la pantalla de soldadura para una protección adicional contra impactos, o solas en tareas auxiliares donde no hay arco eléctrico directo. Deben tener lentes tintadas para protección UV.
Protección Respiratoria:
Mascarillas o Respiradores: Esenciales para filtrar humos metálicos, gases tóxicos y partículas generadas durante la soldadura. Dependiendo del tipo de soldadura y el entorno, pueden ser:
Mascarillas desechables con filtros específicos.
Respiradores de media cara o cara completa con filtros reemplazables.
Sistemas de aire forzado (PAPR) para entornos con alta concentración de contaminantes.
Protección Corporal (Ropa de Trabajo Ignífuga):
Chaquetas, Pantalones y Monos: Fabricados con materiales ignífugos y resistentes al calor como cuero, algodón tratado, o tejidos sintéticos especiales. Deben cubrir completamente el cuerpo, sin bolsillos abiertos ni dobladillos donde puedan acumularse chispas.
Delantales y Manguitos: Proporcionan una capa adicional de protección para el torso y los brazos contra salpicaduras y calor. Suelen ser de cuero.
Polainas: Protegen la parte inferior de las piernas y el calzado de las chispas y el metal fundido.
Protección de Manos:
Guantes de Soldadura: Fabricados en cuero grueso y resistente al calor, con costuras interiores para evitar la retención de partículas incandescentes. Ofrecen protección contra quemaduras, cortes, abrasiones y radiaciones. Se clasifican en Tipo A (mayor protección térmica, menor destreza) y Tipo B (mayor destreza, menor protección térmica).
Protección de Pies:
Botas de Seguridad: Deben ser de cuero resistente, con puntera reforzada (anti-impactos) y suela antideslizante y resistente al calor y a la perforación. Es crucial que protejan el empeine de las chispas.
Protección Auditiva (si aplica):
Tapones o Orejeras: En entornos ruidosos o con procesos de soldadura que generen altos niveles de ruido (ej. soldadura MIG/MAG), es necesario proteger el oído.
Consideraciones Adicionales:
Ventilación del Área de Trabajo: Además de los EPI, una buena ventilación (localizada o general) es crucial para controlar los humos y gases.
Mantenimiento de los EPI: Es vital inspeccionar y mantener los EPI regularmente para asegurar su eficacia.
El uso combinado y correcto de estos equipos minimiza los riesgos asociados a la soldadura, permitiendo al soldador realizar su trabajo de forma segura y eficiente.
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